En las últimas 24 temporadas, el RM/BCN han ganado 20 ligas, lo que significa que se han llevado el 83% de las disputadas. Juntos, estos dos equipos han acaparado el 67% de todas las ligas jugadas. Y esto no es bueno por varios motivos. Primero, va en contra de la idea de que todos los equipos tengan una oportunidad justa de competir. Imagina un torneo de barrio donde siempre ganan los mismos dos equipos, ¿no sería aburrido? Bueno, aquí es lo mismo, pero a nivel profesional.
Además, este monopolio de victorias no solo afecta la diversión del juego, sino también el negocio. Piensa en ello: el fútbol es una gran industria, y cuando solo dos equipos acaparan la mayor parte del pastel, los demás equipos reciben solo migajas. Esto significa que la competencia se desequilibra aún más, porque esos dos equipos pueden permitirse pagar los mejores jugadores y tener los presupuestos más grandes, mientras que el resto tiene que luchar con lo que tienen. Es como si dos superhéroes recibieran todo el apoyo y el resto de los equipos tuvieran que luchar contra el crimen con sus propias manos. Es un poco injusto, ¿no crees? Y eso no solo afecta a los clubes, sino también a los aficionados. Al final, ¿quién quiere ver siempre el mismo partido con el mismo resultado? La emoción del deporte radica en la imprevisibilidad, y eso es lo que se está perdiendo aquí.
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5 may 2024, 22:22
En las últimas 24 temporadas, el RM/BCN han ganado 20 ligas, lo que significa que se han llevado el 83% de las disputadas. Juntos, estos dos equipos han acaparado el 67% de todas las ligas jugadas. Y esto no es bueno por varios motivos. Primero, va en contra de la idea de que todos los equipos tengan una oportunidad justa de competir. Imagina un torneo de barrio donde siempre ganan los mismos dos equipos, ¿no sería aburrido? Bueno, aquí es lo mismo, pero a nivel profesional.
Además, este monopolio de victorias no solo afecta la diversión del juego, sino también el negocio. Piensa en ello: el fútbol es una gran industria, y cuando solo dos equipos acaparan la mayor parte del pastel, los demás equipos reciben solo migajas. Esto significa que la competencia se desequilibra aún más, porque esos dos equipos pueden permitirse pagar los mejores jugadores y tener los presupuestos más grandes, mientras que el resto tiene que luchar con lo que tienen. Es como si dos superhéroes recibieran todo el apoyo y el resto de los equipos tuvieran que luchar contra el crimen con sus propias manos. Es un poco injusto, ¿no crees? Y eso no solo afecta a los clubes, sino también a los aficionados. Al final, ¿quién quiere ver siempre el mismo partido con el mismo resultado? La emoción del deporte radica en la imprevisibilidad, y eso es lo que se está perdiendo aquí.
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